Me gustan las hadas son etéreas, mágicas, sutiles y encierran en ellas todos los secretos y misterios de la naturaleza, creo que todas tenemos dentro de nosotras algo de hadas, nuestra esencia delicada, algo de la fuerza de la tierra, de la magia del universo y mucho del poder transformador del amor.....esa fuerza que nos permite sostener a los que amamos, cumplir sueños y llenar de alegría el mundo que nos rodea.
Como las hadas todas las mujeres estamos plenas de luz y energía en nuestra alma, luz que brilla a través de nuestra piel y nuestra mirada.
Esa luz que nos da fuerza y que nos transforma en aquellos inexplicables seres que en un cuerpo delicado y gracioso encerramos valor, coraje y una voluntad férrea para lograr todo cuanto deseamos, seres que damos caricias de seda a quienes queremos, pero que golpéamos con la fiereza de un tigre a quien intente herir a los que amamos.
.....a veces estoy cansada, pero sé que esa fuerza dentro de mi existe siempre para mantenerme en pie aún cuando no todo sea como espero, para seguir adelante aunque esté confusa, aceptar con inteligencia los desafíos y poner todo mi amor en lo que deseo.
Aquella fortaleza maravillosa dentro de cada mujer nace del amor, la pasión, la fé y aquella energía generadora de vida que fluye por nuestras venas. Somos mujeres y como tales luchadoras incansables que nos ponemos de pie ante la adversidad, los obstáculos y las dificultades.
En el último tiempo he descubierto cuanta fuerza tiene aquella luz en nuestro interior y he visto que la adversidad no la apaga, al contrario la hace brillar con más fuerza para mostrarnos el camino correcto, revelar la verdad y darnos fuerza para ponernos de pie.
No dejaré de brillar porque algunos días no salga el sol, no pierdes tu brillo porque no todos puedan verlo, ninguna de nosotras deja de ser una Diosa porque a veces nos digan lo contrario.
No pierdas nunca la Diosa dentro de ti, cuídala, mímala y dale la libertad de ser, generar y crear.