lunes, 29 de octubre de 2007

De hadas y diosas


Me gustan las hadas son etéreas, mágicas, sutiles y encierran en ellas todos los secretos y misterios de la naturaleza, creo que todas tenemos dentro de nosotras algo de hadas, nuestra esencia delicada, algo de la fuerza de la tierra, de la magia del universo y mucho del poder transformador del amor.....esa fuerza que nos permite sostener a los que amamos, cumplir sueños y llenar de alegría el mundo que nos rodea.
Como las hadas todas las mujeres estamos plenas de luz y energía en nuestra alma, luz que brilla a través de nuestra piel y nuestra mirada.

Esa luz que nos da fuerza y que nos transforma en aquellos inexplicables seres que en un cuerpo delicado y gracioso encerramos valor, coraje y una voluntad férrea para lograr todo cuanto deseamos, seres que damos caricias de seda a quienes queremos, pero que golpéamos con la fiereza de un tigre a quien intente herir a los que amamos.
.....a veces estoy cansada, pero sé que esa fuerza dentro de mi existe siempre para mantenerme en pie aún cuando no todo sea como espero, para seguir adelante aunque esté confusa, aceptar con inteligencia los desafíos y poner todo mi amor en lo que deseo.
Aquella fortaleza maravillosa dentro de cada mujer nace del amor, la pasión, la fé y aquella energía generadora de vida que fluye por nuestras venas. Somos mujeres y como tales luchadoras incansables que nos ponemos de pie ante la adversidad, los obstáculos y las dificultades.
En el último tiempo he descubierto cuanta fuerza tiene aquella luz en nuestro interior y he visto que la adversidad no la apaga, al contrario la hace brillar con más fuerza para mostrarnos el camino correcto, revelar la verdad y darnos fuerza para ponernos de pie.
No dejaré de brillar porque algunos días no salga el sol, no pierdes tu brillo porque no todos puedan verlo, ninguna de nosotras deja de ser una Diosa porque a veces nos digan lo contrario.
No pierdas nunca la Diosa dentro de ti, cuídala, mímala y dale la libertad de ser, generar y crear.


Alejandra

domingo, 28 de octubre de 2007

Y Dios me hizo Mujer

Gioconda Belli

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,

ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa todas las mañanas
y bendigo mi sexo.


Les dejo esta hermosa poesía de la Nicaragüense Gioconda Belli, tomé de ella el título de mi blog, porque sentí que era la frase que resumía el sentido de este blog y de ser Mujer.
A las palabras de Gioconda no necesito agregar más, dejen uds. su opinión, sus reflexiones y comentarios.

Alejandra

sábado, 27 de octubre de 2007

Y Dios creo a la Mujer

Cuenta una leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer. Ante este dilema después de profunda meditación, hizo esto: Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del rayo del sol y las gotas del llanto de las nubes, la inconstancia del viento y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma del cisne y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y la crueldad del tigre, el ardor del fuego y la frialdad de la nieve.
Mezcló tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dió al hombre.

Después de una semana vino el hombre y le dijo: - Señor, la criatura que me diste me hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, charla incesantemente, llora sin motivo, se divierte en hacerme sufrir y vengo a devolvértela, porque no puedo vivir con ella.
- Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.
Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo. - Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que me hiciste para mí, ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al tacto.
Devuélvemela, porque no puedo vivir sin ella!!!!!!!!! Dios sonrió, y se la devolvió.

Anónimo

viernes, 26 de octubre de 2007

Simple y mágicamente Mujer

Mágicas, misteriosas, etéreas y volubles ...simplemente femeninas, simplemente mujeres.

Y Dios me hizo mujer, ni ángel ni demonio, ni bruja ni hada ...simplemente mujer.

Con el brillo de las estrellas en la mirada, la calidez del sol en el regazo y la suavidad de las flores en la piel; de las rosas tomó su perfume, del rocío su frescura, de la tierra su fertilidad y de Sí mismo todo el amor y la entrega incondicional para crearnos amigas, madres, compañeras y amantes.

Con nuestra dulzura, sabiduría y sensibilidad podemos conducir los caminos de quienes nos rodean y acompañarles en sus viajes y misiones... somos compañeras leales e inseparables, con nuestro regazo tibio, el alma plena de pasión y nuestros oídos dispuestos. Junto a nuestra suave y tierna dulzura conviven la fuerza y la fiereza, el espíritu de la libertad y la fortaleza se encarnan en nosotras, diosas y heroínas dispuestas a luchar por nuestros ideales, nuestros sueños y por quienes amamos.

Mágicas y sensibles, hijas de la tierra y de la naturaleza, guardadoras del amor, la vida y la bondad. Celosas protectoras y guardianas del hogar.

A cada una de ellas, a veces musas a veces guerreras que comparten el deber y el orgullo de ser mujeres obsequio mis palabras, mi blog y este humilde homenaje.

Con amor para todas las Diosas que habitan en nuestro ser y para aquellos hombres que día a día nos acompañan.

Alejandra